´El día de las mariposas´
Hace 53 años el legado de las mariposas aún perdura en nuestra mente, reivindicando su muerte con cada grito-denuncia que hacemos en contra de la violencia; tal como decía el poeta Pedro Mir, evocándolas: “Es que hay columnas de mármol impetuoso no rendidas al tiempo y pirámides absolutas erigidas sobre las civilizaciones que no pueden resistir la muerte de ciertas mariposas.”, y, ahora más cuando la violencia repta en las sociedades acompañándonos con la versatilidad con que el mundo teje sus realidades.
Las redes sociales han amplificado las formas en que se ejerce violencia y el problema es que son invisibilizados por considerarlos “normales” tales como delimitar las amistades en Facebook, los mensajes y bloqueos de whatssapp o la entrega ciega de claves de acceso como muestra de fiabilidad, esto, nos dice a todas voces que el sustrato de fondo continúa siendo el mismo, las redes sociales están en la actualidad expresando y visualizando una realidad ya existente: machismo, violencia, relaciones de pareja que se entienden como dominio de uno sobre otra, y al mismo tiempo, la realidad de una sociedad que ejerce acoso sexual contra las mujeres también en digital, imprimiendo con ello una violencia vanguardista-contemporánea.
Quienes han vivido en sus cuerpos y almas la experiencias de violencia y olvido, hoy saben que hubieron tres mujeres cuyo costo vida (Hermanas Mirabal) ha hecho posible esta resignificación del contenido históricamente designado al principio de igualdad, donde el reflejo y eco de voces que jamás se silenciaron son parte de estas respuestas a las que hoy aún vemos con incomodidad; el hecho que tengamos leyes con nombre propio para identificar la violencia en todas sus dimensiones, es uno de los factores que si bien muchas asumimos con alegría y como parte de un reto superado aún se sigue viéndolas pese a las estadísticas, pese a las voces que desde la morgue nos cuentan su historia como un hecho raro, excepcional, circulando diversas hipótesis apologéticas que desvirtúan el ciclo de la violencia que inobservan una realidad latente que repta en todos los estratos, ignorando que “reconocer y nombrar otorga existencia social, y la existencia es un requisito para la autovaloración y para la reivindicación” (Elizabeth Jelin 1996).
Ante ello convirtamos cada espacio en trinchera por erradicar la violencia contra la mujer, por denunciarla, por deslegitimar los prejuicios por identificar la sutileza que muchas veces rodea la problemática, por no considerar que es muy temprano (noviazgo) o tarde (matrimonio). Debemos honrar el legado de las mariposas y de todas las voces que acompañan este día ya sea sintiéndose amenazadas, psicológicamente afectadas, golpeadas, humilladas no esperemos que sean los Informe Médicos los que nos cuenten la historia.
By Shara Salazar Elbert @Todos los derechos reservados